Sanar

Mis escritos son capítulos de vivencias mías o de otras personas.

Durante muchos años a cargado con el pasado en sus hombros; un pasado que no ha soltado y no ha podido liberal para construir una nueva historia.

Hombre de 53 años, divorciado por 2nda. vez. Recrea su historia basada en su relación anterior en su segundo matrimonio. Cuando hay similitudes en tus entornos matrimoniales o convivencia debe sentarte y analizar porque la historia se repite?

Que tanto, como pareja he caído en la dejadez de no haber escuchado todas aquellas inquietudes que me verbalizaba la otra parte. Hay signos que nos avisan que la relación está por culminar. Hay que sanar la relación anterior para que no te impida poder abrirte a nuevos sentimientos, fluir e inclusive confiar en esa otra persona.

Otro aspecto es no haberte dado el tiempo necesario para restaurar tu yo interior. Por lo que estas señales se acentúan más en la segunda oportunidad o segunda relación.

Los indicadores suelen ser en ocasiones la falta de comunicación, distanciamiento, discusiones constante, pérdida de deseo sexual, cambios constante de conducta, falta de control al transmitir tu punto de vista. Los detalles que solías tener con tu pareja se van perdiendo.

Al principio debemos encarar el duelo, aunque se nos haga muy difícil estar solos, debemos permanecer solos por un determinado tiempo. Sanar toma mucho tiempo y más cuando ha sido la pérdida de esa persona que compartiste por tantos años.

En muchas ocasiones fracasamos por no dejar o soltar eso que tanto daños nos ocasiona. Nos convertimos en los mártir de nuestra propia historia. Cuando comenzamos hablar de esa persona como parte del pasado y la visualizamos como alguien que estuvo en nuestras vidas por un determinado momentos donde aprendimos una enseñanza comenzamos a soltar.

Nunca permitamos que las vivencias del pasado dicten nuestro futuro. Nadie es igual a nadie, ninguna historia es similar a la otra. Cada persona pasa por nuestra vida y cumple un propósito en ella, no te aferres a alguien que ya no desea estar a tu lado. Respira, suéltalo, llora, seca tus lagrimas, aprende la lección, quédate con lo vivido y pasa la página.