La mentira

Estaba sentada en la sala de espera de la oficina médica donde asisto, y escuchaba una conversación de una mujer que expresaba que triste se siente cuando vivimos en una mentira.

Empecé a tejer como las arañas porque la gente miente; porque una mentira puede matar la confianza entre dos personas. Y porque las personas prefieren vivir en la mentira.

Si las personas evaluarán los estragos que ocasionan en la vida de los demás cuando mienten, no lo harían. Cuando mienten jamás nada vuelve hacer como antes; esa confianza muere con la mentira que dijiste.

Porque ser deshonesto, me refiero a decir lo que no se piensa, es expresar unos sentimientos que no se tienen, es crear falsas ilusiones, es dar a demostrar impresiones falsas, es ser infiel a uno mismos y a nuestros más allegados, es no temer a las consecuencias de la sinceridad, es engañar, traicionar, y sobre todo, faltar a la confianza que el otro ha depositado en ti.

Pero, que tan capaz eres después de haber mentido y dañado a segundos y terceros; aceptar que lo hiciste, enfrentarte a tus miedos ocultos a la realidad de que toda decisión mal tomada tiene grandes consecuencias.

Ser real honesto, íntegro contigo y los demás y decir la verdad aunque duela es los más real que puede ofrecer de ti a los demás. No se compra con dinero y tampoco se negocia. Es tener la certeza que donde quieras que vayas la gente verá en ti una persona única y real.

No mientas... si vivir ocultando una mentira es el peor juez que te perseguirá toda la vida. Porque las personas no saben que el tiempo pone todo en su lugar. Que la verdad siempre sale a la luz y que esa verdad que ocultaste por un periodo extenso va ser quien te enjuicie cuando sepan la verdad de los acontecimientos porque nadie se salva de su destino.

Si lees; este mensaje comienza a ser real, único, sé tu, y siempre lleva contigo la verdad y no mientas.