La maleta

En muchas ocasiones preparamos la maleta cuando vamos de

viaje. El equipaje puede ser pesado o tal vez liviano. Depende como preparemos la maleta.

Te has puesto a pensar: Que tan pesado va tu equipaje?

A caso llevas contigo todo lo qué cargas por mucho tiempo, y aún no lo has soltado porque has decidido llevar la carga pesada. Si soltáramos todo aquello que nos detiene y no nos deja avanzar; si soltáramos todo aquello que no aporta nada bueno a nuestras vida que liviano sería nuestro equipaje. Entonces valdría la pena disfrutar el recorrido.

Traza un mapa que te lleve a un viaje de vida donde cada parada sea pasajera. Porque la vida se antepone ante todo aquello que nos detiene, y esa marcha trazada hay que pasarla rápido sin llevar mucho equipaje por que vivir por vivir no tiene sentido. Hay que vivir la vida disfrutando cada minuto que recorremos en el viaje llamado vida.

Si cada destino al que vamos recogemos equipajes, pero también bajamos las cargas excesivas que llevamos porque cada maleta tiene un tamaño, un llamado tiempo en nuestras vidas. No te acomodes, no te acostumbres al equipaje que ya no debes de cargar porque somos viajeros diarios donde vamos sin rumbo hasta llegar a puerto seguro.

Si vivir por vivir detuviera el mapa del recorrido, seríamos fracasados dentro de nuestra propia maleta. Cambia tu equipaje quita y añade; porque tenemos que acomodar todo lo que ya no cabe. Conéctate, con tu yo interior, transforma tu pensamiento, pero sobre todas las cosas ámate y cuídate. Eres el mejor viajero, si tú mismo el que lees esto. Cambia de estación y si tienes que cambiar el rumbo porque a ti te hace feliz hazlo.

Recuerda eres el viajero en un recorrido diario llamado vida. Así que haz de tu recorrido el mejor recuerdo vivido.