Mi recorrido de 50

Cuando llegamos a los 50 años, hacemos una revisión de la trayectoria de los últimos 49 años. Nos preguntamos qué cosas pudimos haber hecho y qué cosas no debimos hacer.

Me senté en mi terraza a tomarme un café y contemplar el cielo y me dije estoy en la edad donde pensar tanto no equivale a nada. Estoy para que me quieran, pero no para rogar amor a nadie. Estoy en la edad que los cambios que haga son porque a mi me hacen feliz.

Y después de este recorrido me dije a mi; si logré mis metas, tener una casa, criar a mis hijos sin un padre, durante las peores etapas de mi vida; puedo seguir logrando todo mis sueños porque el deseo de ser mejor ser humano, el adquirir nuevas experiencias laborales, adquirir cosas materiales; no te lo quita nadie, te las quitas tú cuando te limitas.

Llevaba conmigo un amigo para mi recorrido diario que durante mucho tiempo él me cargaba, secaba mis lágrimas y me dabas nuevas fuerzas para seguir. El único hombre que me roba el aliento, que calma mis días de angustias y ese hombre es omnipotente lo conocemos por Jesús de Nazareth, murio por ti y por mi. Para llevar más liviana tu carga durante el recorrido, afirma tus pasos en el.

Y me levante y me dije si la vida se compone de llorar, secar las lagrimas , arreglarte el sostén, ponerte los tacos y salir a pasear hasta donde te lleve la vida. Pero nunca olvides llevar contigo tu compañero de viaje.

Mujer no te limite si ya no te quieren, si te dejaron, si has pensado en divorciarte, si quieres emprender un negocio, si deseas tanto tener una casa. Alinea tu vida, emprende tus sueños...